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No comparemos tus extravíos con los míos. Yo soy mucho más sofisticada, incluso para dejarme llevar. Soy capaz de instalarme en el silencio y esperar a que venga otra ola y se lo lleve, se lo lleve todo consigo. A mí me basta con las palabras, aunque cueste creerlo, porque confío en ellas y en lo que se esconde detrás, en los personajes que se encargan de deambular cada noche para tallarlas y moldearlas con el fin de que tú puedas volver a mentirme, como siempre, con una dulzura desbordante.
Aún así, te pido que no compares tus deslices con los míos,porque ni siquiera conservas el tacto del jazmín de los veranos distorsionados que te regalé, ni el débil tintineo de uno de nuestros secretos.
Será mejor que lo dejemos estar, entonces.
Parece que todavía no entiendes que jamás seré como tú, ni tú fuiste como yo, ni seré para ti, ni serás para mí. Tenemos moldes distintos y aún así, somos nosotros los que no queremos encajar.